13 abril 2011

Que calor que tengo yo!!!

No manchen!!! que calor tan horrible esta haciendo!!!!

Estaba yo pensando que me dan ganas de visitar un lugar donde mojarme, no, un motel no, me refiero
a un lugar que tenga albercas y toboganes (aunque nunca me suba) y pueda comerme un mango petacón
anclado en un poderoso palo de madera, pero la neta es que me desilusioné prontamente al recordar que
esos lugarcillos, llamados en mi rancho balnearios no resultan agradables, uno puede llegar tempranito pa poner su puesto tipo pic-nic chilango y pasar a los cambiadores con olor a baño de albañiles, pero toda la gentuza que va llegando en el transcurso del día hace que todo verdaderamente se eche a perder.
Acuden como si existieran promociones de entrar *gratis* en caso de llegar en carros jodidos y llenos cual sardinas, y asisten desde la abuela que apenas puede ya caminar pero es bien pinche chismosa y argüendera hasta las mascotas resultado de cruzas extrañas callejeras; esto, sin mencionar la peste y color que se cargan; todo esto tiene  como consecuencia  que a eso de 12 del medio día, las aguas de la alberca tengan una color tipo licuado de cal-c-tose. Por esto y demás ofensas a mis ojos, prefiero no ir, y opté por una mejor opción: agarrar la manguera de mi casa y disponerme a chorrearme a mi misma ante la mirada atónita de mi familia, y eso que aún no es sábado de gloria eh!!!

Encontré una foto fantástica que se las comparto, el día que yo tenga mi casa, así la quiero.


Y ya me voy a una fiesta!!! jojojo see you

12 abril 2011

Cambio de look, cambio de piel.

A tu petición, no hablaré mas de ti, ni NADA.
No hablaré más con estrellas, miel, algodones, lunas o animalitos cantando por la pradera. NO MÁS.

Aquí escribiré únicamente aventuras propias, descripciones, y guarradas dignas de no ser leídas por nadie.
Como extraño mi diario con candadito de 2 pesos, esos sí eran diarios, caramba!!
Maldita tecnología!! La odio!!

En fin, continuemos, pues, con esta vida.

No Quiero Olvidar

No quiero perderme en mi mismo laberinto. Las cosas que matan, las cosas que mueren, los días que inventan, las noches que invaden. Muchas cosas que se suceden a lo largo de nuestra vida, a pesar de en muchos casos, hacernos daño o doler porque ya ese instante termino, esas cosas que a veces son lo mismo y a veces no, no queremos olvidar. Otras queremos borrarlas para siempre y están grabadas en nuestras memorias y con su recuerdo nunca deja de existir esa lágrima en la mejilla, que tampoco se olvida. Yo quiero recordar para siempre cada instante, malo, bueno. no quiero olvidar los dias, las horas, los meses, los años. No quiero olvidar que hay mañanas que amanecen mejor, que hay sonrisas con motivos para seguir sonriendo, no quiero olvidar los “porque”, ni los “como” que a diario me pregunto. No quiero olvidar que ciertas miradas con solo ver sus ojos me basta para descifrar que esta pasando, no quiero olvidar, que mi mirada dice siempre algo más. No quiero olvidar que el mundo lo construyo yo cada minuto, y si pierdo un minuto pierdo mi mundo. No quiero olvidar que la risa no siempre es más fácil que el llanto, pero tampoco siempre es más divertida. No quiero olvidar que hay amores que duelen, amores que gozan y otros que ríen. No quiero olvidar algunos besos, algunos lugares, algunas personas. No quiero abandonar los días, las caricias, los perfumes que se siguen sintiendo, los mares de llanto. No quiero algún día olvidar como me sentía en mis cumpleaños de niña, o cuando abría un regalo al lado del arbolito de navidad. No quiero perder mi expresión mirando fuegos artificiales, no quiero nunca nunca perder mi sonrisa de esos momentos. La primera vez que vi la inmensidad del mar y me sentí tan chiquitita, mis muñecas, mis inventos, mis colecciones de miles de cosas diferentes. No quiero olvidar que ame y me amaron, que amo y aman. No quiero olvidarme de que el amor, existe. Y que suele doler mucho más que el desamor en algunas oportunidades. No quiero olvidar los besos que llevo contados. No quiero olvidar mi primer te amo, mi primer adiós. No quiero olvidar los llantos de cada 31 de diciembre. No quiero olvidar las historias, los caminos, los días felices, los días tristes. Las personas que están y las que se fueron, no quiero olvidar a todas aquellas se van a ir. No quiero olvidar, no quiero perder cosas, no quiero algún día dejar de sentir, no quiero que con el paso del tiempo me olvide de disfrutar el día a día. Aquellas tardes jugando en casa. Aquellos momentos, Aquellos años. Aquellos días. Aquella vida. No quiero olvidar que de a poco todo se olvida.