01 junio 2010


Una máscara, detrás de ella la nada;
una sonrisa cálida, detrás de ella la desconfianza;
una palabra de cariño en cuyos recovecos se ocultaba la falacia;
un abrazo afectuoso que en verdad representaba la desesperanza.

31 mayo 2010

Mamá Sola






Hace mucho tiempo que no escribo verdaderamente. La intención ha perdido la inocencia propia del impulso,se ha contaminado. Ha perdido la capacidad del goce simple en la nostalgia. Ese pedazo de hoyo negro,una bocanada feroz de silencio que desbarata e inunda.

Busco un pueblo para mi y para mi hija. Un lugar donde pueda volver a sentir, a escribir por escribir. Ella tiene casi 3 años ya y ningún legado consistente mas que el de mi incondicionalidad. La honestidad con que caigo frente a sus ojos y respondo: NO SE, a pesar que prometí saber siempre para ella. La insatisfacción que escondo inútilmente para no pesarle, aunque me delate un lenguaje que va mas allá de la palabra, entre nosotras.

Me detengo por unas horas como quien para y escucha las demandas de algún fantasma. Observo paciente esta sensación invasora, la miro de frente, la reconozco. Es la misma de hace 2 años, quizás mas grande, mas fuerte, mas contundente en el mundo de los tiempos racionados: Nuestro Mundo de horas premeditadamente cortas para evitar el silencio cuestionador, el pánico del vacío y la irrelevancia de nuestra existencia.
Ahora se anuncia con mayor frecuencia y tiene expresiones físicas. Es el dolor del Mundo, me digo. Un dolor que no se explica, no existen las palabras.
Luego vuelvo a lo que llaman sentido común y me pregunto si es prudente privar a Boo de la estructura de este lugar, del resguardo de lo conocido. Intento puntualizar sus fortalezas, pero solo encuentro ventajas. Intento enumerar sus valores, pero aquí el tiempo pasa tan de prisa que hasta yo misma olvido el punto de origen, que soy yo misma. Pronto no soy mas que tiempo sin nombre, corriendo para llegar. Porque aquí lo importante es llegar y cuando se corre no hay espacio vacío ni silencio que traspase la rectitud del caos con el que distraemos nuestra mente. Es mas fácil de esta manera.
Entonces me pregunto si yo seria capaz de vivir de una manera diferente. Si podría tener la inteligencia necesaria para concebir un Mundo propio, en el cual sea dueña del tiempo y dueña de Mi. Supongo que, llegado el momento, mi espíritu descompuesto llegara al lugar que le corresponde, caminará por inercia hasta encajar en su propio espacio, por puro instinto de supervivencia.
¿Habrá llegado ese momento?¿Sera que así se siente cuando el espíritu esta desgastado?
El escenario cotidiano duele, falta el aire y hay mucha soledad…
En este punto me vuelvo a preguntar, que puedo darle yo de este Mundo a Boo, ¿Que podría tomar de este lugar para entregárselo?

¿De dónde tomo la trascendencia, el desapego?, ¿De dónde la autonomía, la capacidad de disfrutar y vivir el presente sin contar los minutos que uno se atreve a no pensar en el futuro? ¿Cómo le regalo el placer de cantar porque sí, de escribir porque sí, de pintar porque sí, cuando ni yo misma tengo tiempo de creer que puede hacerlo?
¿Cómo le armo una lección de vida independiente de mis propios miedos? ¿Cómo interpreto una escena que le sirva de ejemplo, más allá de las palabras, las reflexiones, las conversaciones…
¿Será posible hacerlo? ¿Conseguiré las herramientas necesarias, la tranquilidad y el tiempo?
Lo que creo es, que antes de terminar estas líneas, el tiempo será ajeno otra véz y empezará a envolverse de ocupaciones y pensamientos agotados que me harán ver estas preguntas demasiado complicadas para responder.

30 mayo 2010


Te quiero con todas las cosas que implica quererte, con
cada instante escondida en tu cuerpo, con cada sueño vagando entre tus palabras,
te quiero en pleno día y cuando nadie me escucha, te quiero cuando te beso y
cuando te observo de lejos
, te quiero cuando me mira y te apropias de mis
sentidos, te quiero cuando buscas mi cuerpo entre tus manos , te quiero cuando
sueño en tenerte entre mis sábanas, te quiero cuando deseo apropiarme de tus
labios, te quiero en el destino que me espere contigo, te quiero para las buenas
y para las no tan buenas
, te quiero en los segundos que me permitas quererte, te
quiero cuando rozo el cielo con tu cuerpo, te quiero cuando sueño en tus ojos
pequeños, te quiero para ahora y también para mañana, te quiero todo el tiempo
que pueda ragalarte, por todo esto, te quiero.





No Quiero Olvidar

No quiero perderme en mi mismo laberinto. Las cosas que matan, las cosas que mueren, los días que inventan, las noches que invaden. Muchas cosas que se suceden a lo largo de nuestra vida, a pesar de en muchos casos, hacernos daño o doler porque ya ese instante termino, esas cosas que a veces son lo mismo y a veces no, no queremos olvidar. Otras queremos borrarlas para siempre y están grabadas en nuestras memorias y con su recuerdo nunca deja de existir esa lágrima en la mejilla, que tampoco se olvida. Yo quiero recordar para siempre cada instante, malo, bueno. no quiero olvidar los dias, las horas, los meses, los años. No quiero olvidar que hay mañanas que amanecen mejor, que hay sonrisas con motivos para seguir sonriendo, no quiero olvidar los “porque”, ni los “como” que a diario me pregunto. No quiero olvidar que ciertas miradas con solo ver sus ojos me basta para descifrar que esta pasando, no quiero olvidar, que mi mirada dice siempre algo más. No quiero olvidar que el mundo lo construyo yo cada minuto, y si pierdo un minuto pierdo mi mundo. No quiero olvidar que la risa no siempre es más fácil que el llanto, pero tampoco siempre es más divertida. No quiero olvidar que hay amores que duelen, amores que gozan y otros que ríen. No quiero olvidar algunos besos, algunos lugares, algunas personas. No quiero abandonar los días, las caricias, los perfumes que se siguen sintiendo, los mares de llanto. No quiero algún día olvidar como me sentía en mis cumpleaños de niña, o cuando abría un regalo al lado del arbolito de navidad. No quiero perder mi expresión mirando fuegos artificiales, no quiero nunca nunca perder mi sonrisa de esos momentos. La primera vez que vi la inmensidad del mar y me sentí tan chiquitita, mis muñecas, mis inventos, mis colecciones de miles de cosas diferentes. No quiero olvidar que ame y me amaron, que amo y aman. No quiero olvidarme de que el amor, existe. Y que suele doler mucho más que el desamor en algunas oportunidades. No quiero olvidar los besos que llevo contados. No quiero olvidar mi primer te amo, mi primer adiós. No quiero olvidar los llantos de cada 31 de diciembre. No quiero olvidar las historias, los caminos, los días felices, los días tristes. Las personas que están y las que se fueron, no quiero olvidar a todas aquellas se van a ir. No quiero olvidar, no quiero perder cosas, no quiero algún día dejar de sentir, no quiero que con el paso del tiempo me olvide de disfrutar el día a día. Aquellas tardes jugando en casa. Aquellos momentos, Aquellos años. Aquellos días. Aquella vida. No quiero olvidar que de a poco todo se olvida.