24 mayo 2011

RESTOS

Desde ayer había estado pensando en escribir aquí. Cuando tengo la intención, empiezo a pensar en el tema... a veces la idea llega sola aún antes de imaginarme escribiendo, y con el afán de extenderla mi cabeza recorre otros resquicios aparentemente olvidados. Una de las frases fueron como titulé a esta entrada, que encierra la conclusión de una de mis tantas intenciones: las ganas de "verte", llamar tu atención, crear un ambiente de confianza, incluso familiaridad, resaltando los rasgos en común, de recurrir al misterio buscando tu intriga. Tras dos noches de espera, pretendí rendirme y fingí destejer el interés y la ilusión; sin embargo son tan pocas las señales de tu parte y tan suficientes para hacer volver esta sensación. Luego de reflexionar en esta actitud, pensé... como acostumbro, por querer descubrir los porqués. Así fue como surgió, en palabras sencillas: y trato de impresionarte con restos de mí... no hay más ni menos. Restos de lo que soy, restos de lo que fui, restos seleccionados cuidadosamente para maquillar, exaltar, adornar, realzar... por lógica sólo lo que quiero que veas, como ya casi he hecho un modo de vida. También, restos de lo que me queda, de lo poco definido y esclarecido, de lo que alguna vez me jacté. Como niña pequeña esperando que la vean hacer una gracia, escondida espero tu iniciativa, a veces no me aguanto y me dirijo hacia ti... corriendo. Como niña pequeña recurro a lo que sé les agrada (funciona), aunque me doy cuenta que ya no causa el mismo efecto. Frustración. Ahora. Para qué....

No te he buscado, no he insistido en recordarte, no todos los días. Hoy al sentir nuestra despedida me di cuenta que no sé si te he extrañado, y si he extrañado quizás sea lo que se fue cuando te fuiste y es lo que me he empeñado en buscar... ya ni si quiera me interesa el remitente, en el fondo. Como dice la canción, llegué sin ti me voy sin mí, y aquí estoy tratando de reencontrar lo perdido, ¿estará enterrado? A lo mejor aún lo puedo recuperar, aunque dónde recuperas el agua que se evaporó en fracasos o se desperdició gota a gota en silencios. Cuántos de los cambios deseé en realidad que ocurrieran. Otro día pensé y pensé en hacerlo público, "en qué momento dejas de tener arranques por querer volver a ver a alguien", imaginé que contestarían que unos meses, un año, dependiendo de la intensidad de la relación. 

 Y estoy en ese proceso de reconstruirme, reconsiderar el tiempo transcurrido, definirme a partir de ahora.

Ni modo, ya me tocaba entrar a este proceso de crecer... lástima que no fui lo suficientemente "sensata" para no dejar perder tanto de mí en el camino.



No Quiero Olvidar

No quiero perderme en mi mismo laberinto. Las cosas que matan, las cosas que mueren, los días que inventan, las noches que invaden. Muchas cosas que se suceden a lo largo de nuestra vida, a pesar de en muchos casos, hacernos daño o doler porque ya ese instante termino, esas cosas que a veces son lo mismo y a veces no, no queremos olvidar. Otras queremos borrarlas para siempre y están grabadas en nuestras memorias y con su recuerdo nunca deja de existir esa lágrima en la mejilla, que tampoco se olvida. Yo quiero recordar para siempre cada instante, malo, bueno. no quiero olvidar los dias, las horas, los meses, los años. No quiero olvidar que hay mañanas que amanecen mejor, que hay sonrisas con motivos para seguir sonriendo, no quiero olvidar los “porque”, ni los “como” que a diario me pregunto. No quiero olvidar que ciertas miradas con solo ver sus ojos me basta para descifrar que esta pasando, no quiero olvidar, que mi mirada dice siempre algo más. No quiero olvidar que el mundo lo construyo yo cada minuto, y si pierdo un minuto pierdo mi mundo. No quiero olvidar que la risa no siempre es más fácil que el llanto, pero tampoco siempre es más divertida. No quiero olvidar que hay amores que duelen, amores que gozan y otros que ríen. No quiero olvidar algunos besos, algunos lugares, algunas personas. No quiero abandonar los días, las caricias, los perfumes que se siguen sintiendo, los mares de llanto. No quiero algún día olvidar como me sentía en mis cumpleaños de niña, o cuando abría un regalo al lado del arbolito de navidad. No quiero perder mi expresión mirando fuegos artificiales, no quiero nunca nunca perder mi sonrisa de esos momentos. La primera vez que vi la inmensidad del mar y me sentí tan chiquitita, mis muñecas, mis inventos, mis colecciones de miles de cosas diferentes. No quiero olvidar que ame y me amaron, que amo y aman. No quiero olvidarme de que el amor, existe. Y que suele doler mucho más que el desamor en algunas oportunidades. No quiero olvidar los besos que llevo contados. No quiero olvidar mi primer te amo, mi primer adiós. No quiero olvidar los llantos de cada 31 de diciembre. No quiero olvidar las historias, los caminos, los días felices, los días tristes. Las personas que están y las que se fueron, no quiero olvidar a todas aquellas se van a ir. No quiero olvidar, no quiero perder cosas, no quiero algún día dejar de sentir, no quiero que con el paso del tiempo me olvide de disfrutar el día a día. Aquellas tardes jugando en casa. Aquellos momentos, Aquellos años. Aquellos días. Aquella vida. No quiero olvidar que de a poco todo se olvida.