Los días que pasan,
las luces del alba,
mi alma, mi cuerpo, mi voz, no sirven de nada...
Porque yo sin ti no soy nada...
(sin ti no soy nada - Amaral)
Cómo odio ser tan absurdamente dependiente.Mira que he oído mil veces esta canción con la que empiezo el post, y siempre pienso que es justo lo contrario a lo que yo desearía para mí... pero al final caigo en lo mismo. En que te vas y sufro tu ausencia, y me hago una bolita que sólo espera tu vuelta.
También sé que es el eterno vaso medio vacío o medio lleno. Podría verlo de la otra manera, pensar que he ido a la escuela todos los días, sobreponiéndome a la angustia de cada mañana, a las voces paseándose por mi cabeza, a las ganas de quedarme bajo el edredón las dos semanas, hasta que llegaras, y tuviera un motivo por el que levantarme.
Pero se me olvida entre la maraña del sentirme sola y entre las voces que casi acusan con ese lo necesito tanto. Pero estas dos semanas,se han hecho tan patente que sin ti, si no es cierto que no soy nada, al menos sí lo es que soy tanto menos... que me asusta, me hace verme de nuevo chiquita, dependiente, un apéndice. Y yo no quiero ser eso, yo he visto a gente que lo es y me han dado siempre pena., lástima, cuando no directamente rabia. Pero no sé ser más. Y, para colmo, tampoco confío en poder aprender a serlo.
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