04 noviembre 2009

Escribo para que la muerte no tenga la ultima palabra

"Cuélgate de quien te quiera. No te mueras mas que por amor" Joaquín Sabina.

Los días que pasan,
las luces del alba,
mi alma, mi cuerpo, mi voz, no sirven de nada...
Porque yo sin ti no soy nada...

(sin ti no soy nada - Amaral)


Cómo odio ser tan absurdamente dependiente.Mira que he oído mil veces esta canción con la que empiezo el post, y siempre pienso que es justo lo contrario a lo que yo desearía para mí... pero al final caigo en lo mismo. En que te vas y sufro tu ausencia, y me hago una bolita que sólo espera tu vuelta.

También sé que es el eterno vaso medio vacío o medio lleno. Podría verlo de la otra manera, pensar que he ido a la escuela todos los días, sobreponiéndome a la angustia de cada mañana, a las voces paseándose por mi cabeza, a las ganas de quedarme bajo el edredón las dos semanas, hasta que llegaras, y tuviera un motivo por el que levantarme.

Pero se me olvida entre la maraña del sentirme sola y entre las voces que casi acusan con ese lo necesito tanto. Pero estas dos semanas,se han hecho tan patente que sin ti, si no es cierto que no soy nada, al menos sí lo es que soy tanto menos... que me asusta, me hace verme de nuevo chiquita, dependiente, un apéndice. Y yo no quiero ser eso, yo he visto a gente que lo es y me han dado siempre pena., lástima, cuando no directamente rabia. Pero no sé ser más. Y, para colmo, tampoco confío en poder aprender a serlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No Quiero Olvidar

No quiero perderme en mi mismo laberinto. Las cosas que matan, las cosas que mueren, los días que inventan, las noches que invaden. Muchas cosas que se suceden a lo largo de nuestra vida, a pesar de en muchos casos, hacernos daño o doler porque ya ese instante termino, esas cosas que a veces son lo mismo y a veces no, no queremos olvidar. Otras queremos borrarlas para siempre y están grabadas en nuestras memorias y con su recuerdo nunca deja de existir esa lágrima en la mejilla, que tampoco se olvida. Yo quiero recordar para siempre cada instante, malo, bueno. no quiero olvidar los dias, las horas, los meses, los años. No quiero olvidar que hay mañanas que amanecen mejor, que hay sonrisas con motivos para seguir sonriendo, no quiero olvidar los “porque”, ni los “como” que a diario me pregunto. No quiero olvidar que ciertas miradas con solo ver sus ojos me basta para descifrar que esta pasando, no quiero olvidar, que mi mirada dice siempre algo más. No quiero olvidar que el mundo lo construyo yo cada minuto, y si pierdo un minuto pierdo mi mundo. No quiero olvidar que la risa no siempre es más fácil que el llanto, pero tampoco siempre es más divertida. No quiero olvidar que hay amores que duelen, amores que gozan y otros que ríen. No quiero olvidar algunos besos, algunos lugares, algunas personas. No quiero abandonar los días, las caricias, los perfumes que se siguen sintiendo, los mares de llanto. No quiero algún día olvidar como me sentía en mis cumpleaños de niña, o cuando abría un regalo al lado del arbolito de navidad. No quiero perder mi expresión mirando fuegos artificiales, no quiero nunca nunca perder mi sonrisa de esos momentos. La primera vez que vi la inmensidad del mar y me sentí tan chiquitita, mis muñecas, mis inventos, mis colecciones de miles de cosas diferentes. No quiero olvidar que ame y me amaron, que amo y aman. No quiero olvidarme de que el amor, existe. Y que suele doler mucho más que el desamor en algunas oportunidades. No quiero olvidar los besos que llevo contados. No quiero olvidar mi primer te amo, mi primer adiós. No quiero olvidar los llantos de cada 31 de diciembre. No quiero olvidar las historias, los caminos, los días felices, los días tristes. Las personas que están y las que se fueron, no quiero olvidar a todas aquellas se van a ir. No quiero olvidar, no quiero perder cosas, no quiero algún día dejar de sentir, no quiero que con el paso del tiempo me olvide de disfrutar el día a día. Aquellas tardes jugando en casa. Aquellos momentos, Aquellos años. Aquellos días. Aquella vida. No quiero olvidar que de a poco todo se olvida.